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La historia de la generación eléctrica en España es caótica cuando se entra en detalles, muchas localizaciones presumen ser pioneras en algo: la primera termoeléctrica, el primer alumbrado eléctrico, etc. Desde luego no es fácil encontrar pruebas y documentación que respalden muchas de las afirmaciones que pueden leerse. A lo largo de esta serie se intenta organizar cronológicamente la información más fiable a la que se ha podido tener acceso sobre la generación eléctrica en España.

Antes de la tríada «generación-transporte-distribución»

Cuando aún no existían lugares específicamente construidos para la producción y venta de electricidad, era común generar energía eléctrica para ser consumida in situ por una aplicación específica.
Obviando la generación que se hubiera realizado con fines académicos y de investigación, no parece que sea posible asegurar quién fue el primero en utilizar electricidad con un objetivo puramente «pragmático», entendiéndose el término como una aplicación que aporte soluciones o herramientas a la sociedad sin que sea necesario entender sus fundamentos (igual que se usa un coche o internet).

Generación de electricidad estática

Debido a la poca energía que se podía almacenar en forma de cargas eléctricas estáticas, no han trascendido aplicaciones prácticas. Si bien globalmente se han documentado experimentos desde el 600 a.C., no es hasta la primera mitad del siglo XIX cuando aparecen las primeras teorías y experimentos prácticos sobre fenómenos eléctricos.

La generación de electricidad estática se basaba en frotar distintos materiales mediante diversas técnicas, posteriormente se observaban los efectos de las descargas que se producían al poner en contacto estos materiales con un conductor.

1795 – Francisco Salvá y Campillo

La primera referencia sobre el uso pragmático de la electricidad en España se ha encontrado gracias a Jesús Fraile Mora [1], donde se cita una Memoria titulada «Sobre la electricidad aplicada a la telegrafía» del médico Francisco Salvá y Campillo. En esta memoria se presenta un telégrafo basado en descargas eléctricas producidas por una botella Leyden. A pesar de llegar a realizar una demostración frente a la familia real, no parece que su invento llegara a prosperar, al menos en España.

Generación electroquímica

Los trabajos de Luigi Galvani y Alessandro Volta dan lugar a que este último desarrolle la pila, invento que en el año 1800 verificaría la Royal Society en su particular forma de revisión por pares [2].

Extracto archivado por la Royal Society de la lectura de la carta enviada por Volta al director en ese momento: Sir Joseph Banks, en el año 1800
Extracto archivado por la Royal Society de la lectura de la carta enviada por Volta al director en ese momento: Sir Joseph Banks, en el año 1800

El invento no paró de mejorarse y extenderse llegando a España en algún momento posterior. Es aquí cuando se puede hablar del auténtico inicio de la historia de la generación eléctrica en el país.

1802 – Pedro Gutiérrez Bueno y el latonero de Madrid

La siguiente referencia que se ha podido encontrar sobre aplicaciones eléctricas en España aparece dos años después de la carta enviada por Volta. La Gazeta de Madrid, 30noviembre1802, cuenta como el maestro latonero Jacinto Puigdulles, construye aparatos galvánicos bajo la dirección del catedrático de química D. Pedro Gutiérrez Bueno [3]. Este catedrático habría escrito un librillo titulado: Observaciones sobre el galvanismo. En él se describiría la construcción de pilas y el uso de la electricidad para tratar enfermedades y descomponer el agua. Desgraciadamente no se encuentra más información al respecto, quizá esta anécdota propició un negocio que pasó desapercibido o quizá simplemente fue eso: una anécdota.

1842 – Francisco Domènech, el boticario de Barcelona

La historia del famoso boticario iluminando su botica en 1852 es la favorita de la mayoría de los medios, quizá debido a la asociación cultural de la iluminación con la electricidad, se relaciona este evento al primer uso práctico de la misma, sin embargo, se puede ir un poco más atrás con la historia de este boticario.
El boticario Francesc Domènech i Maranges era Licenciado en Farmacia (1839) y doctorado en (1842) [4], publicó en 1844 junto al estudiante de medicina Josep Alberich i Casas [5] una traducción al español de Electrotype Manipulation, un libro que explica técnicas de galvanoplastia. Hasta aquí se podría pensar que el boticario simplemente era un consumidor de energía eléctrica, pero ¿cómo la obtenía?

Portada de «Manipulaciones electrotípicas o tratado de galvanoplastia», una traducción de la edición francesa de Electrotype Manipulation por Domènech y Alberich, 1844. Historia de la generación eléctrica en España
Portada de «Manipulaciones electrotípicas o tratado de galvanoplastia», una traducción de la edición francesa de Electrotype Manipulation por Domènech y Alberich, 1844

En 1842 durante el programa de exámenes públicos de la cátedra de Química Aplicada a las Artes de la Junta de Comercio de Cataluña [6], Alberich había mostrado varios experimentos de deposición de metales mediante galvanoplastia, mientras que Domènech hacía lo propio mostrando el uso de pilas para los experimentos del anterior. La experiencia del boticario con pilas electroquímicas parece que lo aventuraron a diversificar su negocio. En las traducciones y publicaciones realizadas por Domènech se encuentra que él mismo preparaba para la venta en su botica material para galvanoplastia, pilas Daniell y pilas Bunsen, por lo que puede decirse que el señor Domènech fue una de las primeras personas que generó y comercializó electricidad.

No ha sido posible establecer la fecha exacta en la que comenzó esta actividad, pero por una nota añadida a la traducción de Electrotype Manipulation en 1844 se sabe que Domènech ya preparaba estos materiales en su botica al menos desde la publicación de la obra:

“El traductor D. Francisco Domènech, que tiene su establecimiento de farmacia en la calle de la Unión, núm. 20, se encargará de la construcción de los aparatos y preparación de las substancias empleadas en las diferentes manipulaciones electrotípicas”.

Nota añadida a la traducción: «Manipulaciones electrotípicas o tratado de galvanoplastia». 1844

1845 – Venta de pilas Daniell en Madrid

Como con otros acontecimientos históricos es difícil asegurar que el boticario de Barcelona fuera la primera persona en España que comercializó pilas. Como demuestra la anécdota del latonero, la invención de Volta llegó a otras localizaciones del país con la suficiente curiosidad científica y medios para realizar experimentos que acabaran comercializándose. Sin descartar que existan, no se han encontrado evidencias tan documentadas de algún hecho anterior. Lo que si es un hecho es que, un año después de la publicación de Domenèch y Alberich, comienzan a sucederse los registros en periódicos, revistas, actas, etc. de artículos y técnicas galvanoplásticas. En lo que se refiere a generación eléctrica se puede encontrar el siguiente anuncio en la Gazeta de Madrid el 30 de agosto de 1845.

Aviso en la Gaceta de Madrid sobre venta de pilas Daniell el 30 de agosto de 1845. Historia de la generación eléctrica en España
Aviso en la Gaceta de Madrid sobre venta de pilas Daniell el 30 de agosto de 1845

Un dato muy anecdótico se obtendría averiguando la capacidad de las pilas comercializadas. Con ello sería posible calcular los precios del muy entre comillas: «inicio del mercado eléctrico».

Uso de pilas en la Historia de la Generación Eléctrica en España

Los usos más relevantes de las pilas se encontraban en iluminación, galvanoplastia y telegrafía. La madurez que obtuvo la generación electroquímica aseguró su uso incluso después de la llegada de generadores de inducción. En el caso de equipos telegráficos era fundamental la estabilidad y disponibilidad, características que no reunían los generadores inductivos.

Aplicaciones militares

El ingeniero militar Gregorio Verdú y Verdú [7] había experimentado con éxito la detonación a distancia mediante pilas. Para ello hacía pasar una corriente eléctrica por un filamento que al calentarse provocaba la explosión de la pólvora. Aunque efectivo, el transporte de las pilas para conseguir una tensión suficiente era un importante inconveniente en operaciones militares.

El descubrimiento de la inducción electromagnética ayudó a Verdú a resolver el problema. El 11 de abril de 1853, presenta en la Académie des Sciences el uso de una bobina de Ruhmkorff para elevar la baja tensión de la pila, provocando una chispa que haría detonar la pólvora.

Los grandes inconvenientes

No es difícil criticar a la pila: voluminosas, pesadas, ácidos de peligrosa manipulación, una vez agotadas deben rellenarse, pero no sin limpiarlas cuidadosamente. Y aun así, nada de esto es su peor defecto: la autonomía.

Uno de los ejemplos más destacados es la iluminación de fachadas y jardines del Palacio Real de Madrid por el Regimiento de Ingenieros en 1858.

Arco voltaico utilizado Regimiento de Ingenieros para iluminar el Palacio Real de Madrid en 1858
Arco voltaico utilizado Regimiento de Ingenieros para iluminar el Palacio Real de Madrid en 1858

La iluminación duró 3 horas, del esfuerzo para ello da cuenta la siguiente cita, copiada literalmente del Memorial de ingenieros, 1858 [8]:

Para poner en movimiento el aparato, empleamos cincuenta elementos de Bunsen. La gran fuerza de esta pila, obrando en un circuito tan corto y cerrado tanto tiempo seguido, desgasta estraordinariamente los cilindros de zinc; por lo cual conviene amalgamarlos después de cada ensayo, y tener otra batería de repuesto para que aquella se refresque.

Madrid y agosto de 1858. El Capitán, Cárlos de Obregon

Hoy en día

El desarrollo de la electroquímica para generación evolucionó derivando en importantes aplicaciones de almacenamiento. Su popularidad se produjo con dispositivos portátiles como el walkman, compact-disc, videoconsolas portátiles, etc. Paradójicamente, la sociedad hoy depende más que nunca de esta tecnología, no tan evolucionada como nos gustaría, con smartphones que no son prácticamente nada sin una batería que los alimente, así como vehículos eléctricos con autonomías que no acaban de convencer a la sociedad.

Bibliografía

[1] Cronología de la Ingeniería Eléctrica, Jesús Fraile Mora, pág.14
[2] XVII. On the electricity excited by the mere contact of conducting substances of different kinds. In a letter from Mr. Alexander Volta, F. R. S. Professor of Natural Philosophy in the University of Pavia, to the Rt. Hon. Sir Joseph Banks, Bart. K.B. P. R. S | Philosophical Transactions of the Royal Society of London (royalsocietypublishing.org)
[3] Técnica e ingeniería en España, VI. El Ochocientos. Capítulo 14
[4] Francesc Domènech i Maranges | Real Academia de la Historia (rah.es)
[5] Alberich y Casas (D. Jose) – Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX (1889) – Elías de Molins, Antonio, 1850-1909. Pag. 11
[6] LAS PRIMERAS APLICACIONES DE LA ELECTRICIDAD EN BARCELONA EN TORNO A 1850, Vol VII, Jesús Sánchez Miñana. Pag. 132
[7] Gregorio Verdú y Verdú, Real Academia de la Historia
[8] Memorial de ingenieros, 1858. Pag. 116